La dermatología ha experimentado una notable revolución en las últimas décadas, impulsada por avances científicos y tecnológicos que han introducido nuevas técnicas y herramientas menos invasivas, más seguras, con resultados significativos para los pacientes. La aparatología y el láser representan lo más innovador aplicado al antienvejecimiento.

Se cuenta con equipos de última generación que cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad. Estos incluyen luces LED para el cuidado complementario de la piel, radiofrecuencia para el tensado cutáneo, luz pulsada intensa, ultrasonidos, frío o microondas, diversos tipos de láser (incluyendo dispositivos de depilación) y otras tecnologías para el rejuvenecimiento facial y corporal. Estos permiten tratamientos no invasivos de levantamiento o lifting, tensado, contorno facial, reducción de celulitis y grasa localizada, transformación de facciones envejecidas, reducción de arrugas y líneas finas, mejora de la apariencia de la piel dañada por el sol, tratamiento de cicatrices de acné, eliminación de vasitos.