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esquema de la piel

El envejecimiento de la piel

¿Qué es la piel?

 La piel es un órgano protector adaptado evolutivamente. Todo ser vivo en el planeta posee algún tipo de barrera, sea una capa fina de moléculas o un complejo sistema entrelazado y dinámico, como es el caso de los mamíferos. Estas barreras no solo definen el espacio que ocupa el ser vivo, sino que lo aíslan del medio externo hostil y mantienen el equilibrio interno, con el fin de sostener una adecuada homeostasis (Estabilidad interna).Conozca también la labor que realiza el médico dermatólogo 

Según la talla, la piel alcanza una superficie de 1,5 a 2 metros cuadrados, varía según el sector del cuerpo, es fina en los párpados y dorso de las manos y gruesa en las palmas y plantas. Su coloración difiere en las distintas razas. La coloración normal depende de factores genéticos, del grosor de la epidermis, cantidad de melanina y vascularización normal. Su pH es ácido debido a los ácidos grasos de la superficie, lo que ayuda como mecanismo de defensa.

A nivel microscópico está constituida por tres capas, que desde la superficie a la profundidad son: la epidermis: formada principalmente por queratinocitos; la dermis: vascularizada y rica en anexos cutáneos y estructuras nerviosas; y la hipodermis o tejido celular subcutáneo, constituido por tejido adiposo. Dentro de los anexos cutáneos se incluyen: el aparato pilosebáceo (la asociación del pelo con su respectiva glándula productora de sebo y su músculo erector), las uñas y las glándulas sudoríparas.

¿Cuáles son las causas del envejecimiento de la piel?

Con los avances en la medicina y la expectativa de vida en el último siglo, se ha despertado un particular interés por los cambios que se presentan en la piel “vieja” y en las posibilidades terapéuticas para revertirlos. Es importante reconocer que la mayoría de los hallazgos en el examen físico durante la consulta relacionados con el envejecimiento, son producto de la exposición crónica a la luz ultravioleta. Aun así, este llamado fotoenvejecimiento es diferente del envejecimiento intrínseco, que ocurre independientemente de la cantidad de exposición solar y que corresponde exclusivamente a cambios cronológicos. Se tienen así, dos procesos paralelos pero etiológicamente diferentes.

Otros factores que influyen en la aparición de arrugas y el aspecto de la piel deteriorada por la edad, incluyen la tracción muscular repetida y la atrofia de las fibras musculares, la pérdida de tejido graso, los pliegues formados por dormir en la misma posición, conductas nocivas como el tabaquismo o uso empírico de sustancias inapropiadas y la polución ambiental.

El envejecimiento de la piel por causas naturales (proceso natural)

El proceso de envejecimiento intrínseco en general, se ha considerado hasta la fecha como un proceso imparable e irreversible que afecta a todos los órganos, incluyendo la piel. Al respecto se han formulado varias teorías, entre las cuales se encuentran el envejecimiento celular, acortamiento de las cadenas de ADN y sus mutaciones, el estrés oxidativo debido a radicales libres y la disminución de efectos hormonales. Estos mecanismos se han demostrado en estudios en animales y humanos y no son excluyentes entre sí. Con este proceso la epidermis se adelgaza y se pliega por pérdida de las conexiones entre las células, la velocidad de recambio celular disminuye notablemente y aumentan: la proporción de células muertas, el número de melanocitos (células de pigmento), y disminuyen: el número de células de defensa propias de la piel, los fibroblastos responsables de la producción de casi todos los materiales de la dermis, la función de las glándulas de sudor y las sebáceas, la velocidad de crecimiento y grosor de las uñas y la irrigación aportada por el sistema circulatorio.

¿Cuáles son los signos que sufre la piel a causa del envejecimiento natural?

  • Arrugas superficiales y profundas
  • Atrofia de huesos o de cartílagos
  • Atrofia de la epidermis, dermis y tejido graso
  • Flacidez y disminución de los tejidos blandos como la grasa
  • Lentigines o manchas cafés (influye el sol)
  • Queratosis seborreicas
  • Queratosis actínicas (influye el sol)
  • Xerosis cutis
  • Pérdida de pigmento en el pelo (canas)

El envejecimiento de la piel por causas externas

El envejecimiento en áreas expuestas al sol como la cara y las manos, se atribuye en un 80% a los efectos de la radiación ultravioleta (UV), y en un 20% a los demás factores. (2,3)

El espectro de luz ultravioleta se subdivide, de acuerdo a su longitud de onda, en UVA, UVB y UVC.

rayos_uvb_uva

  • La UVA tiene mayor penetración en profundidad, afectando epidermis y dermis y afectando las células principalmente mediante la generación de radicales libres.
  • La UVB se absorbe principalmente en la epidermis y es responsable de gran parte del daño del material genético.
  • Debido al efecto atmosférico, la cantidad de radiación UVC que alcanza la superficie del planeta es mínima, y para fines prácticos no se tendrá en cuenta.

La respuesta inicial de la epidermis ante la radiación ultravioleta crónica es el engrosamiento, pero en los estadios más tardíos los hallazgos cambian, mostrando una epidermis atrófica y más propensa a procesos neoplásicos, como el cáncer.

Si bien es conocido que los melanocitos se encuentran más abundantes en la piel expuesta al sol con respecto a la no expuesta, está demostrado que también aumenta considerablemente la melanogénesis de forma irregular, lo que contribuye al aspecto moteado y la aparición de algunas lesiones benignas en la piel.

Uno de los hallazgos en la unión dermoepidérmica es la disminución del colágeno tipo VII, que se postula como responsable de la aparición de arrugas y de fragilidad cutánea.

En la dermis (La parte media de la piel) el marcador patológico central es la elastosis, que corresponde principalmente al acúmulo de material amorfo y proteínas. Adicionalmente cabe anotar que la radiación de este tipo, estimula el aumento de la acción de enzimas que degradan los componentes normales de la dermis.

¿Cuáles son las causas del envejecimiento por factores externos?

La radiación infrarroja proveniente del sol y ha demostrado inducir la formación de radicales libres, aumentar la producción de metaloproteinasas, que son enzimas que degradan las moléculas de la dermis (La parte media de la piel), y dañar el ADN mitocondrial.

El alcohol y el tabaquismo se han asociado también con estos cambios a nivel molecular, con secundario aumento de la  profundidad en las arrugas. Por supuesto, los cambios nocivos de estos agentes ante la exposición excesiva tienen un impacto a nivel sistémico, es decir, en todo el organismo.

Otros factores que influyen en la aparición de arrugas y el aspecto de la piel deteriorada por la edad, incluyen:la tracción muscular repetida producida, por ejemplo, al dormir  apoyando la cara siempre en la misma posición, la atrofia de las fibras musculares en el tiempo, la pérdida de tejido graso, y la polución ambiental.

Cambios en el cabello y las uñas por el envejecimiento y sus efectos

Cambios en el cabello

Al envejecer el cabello sufre varios cambios. La pérdida de melanina previamente mencionada también afecta el cabello. Las áreas más sensibles son las localizadas a los lados del cuero cabelludo, conocidas como las áreas temporales, aunque posteriormente la despigmentación puede afectar prácticamente todo los pelos del cuerpo. El grosor es el segundo cambio importante, ya que en los adultos mayores los pelos terminales tienden a volverse más delgados. Paradójicamente algunos pelos del cuerpo, a diferencia del cuero cabelludo, pueden hacerse más gruesos. Finalmente, hay una disminución importante de la cantidad de peloEn los hombres esta pérdida se condiciona por el efecto crónico de la testosterona, y afecta principalmente el área frontal y el occipucio (llamada coloquialmente la coronilla), teniendo un rol importante la herencia familiar. En las mujeres los cambios suelen ser menos notorios y multifactoriales, teniendo mayor afectación la línea media, es decir, el área lineal central que divide el cuero cabelludo en los lados izquierdo y derecho.

Cambios en las uñas

Los cambios en las uñas ocurren de forma similar en hombres y mujeres de forma natural, aunque es mucho más frecuente el descuido por parte del género masculino. Las uñas crecen más despacio, tornándose más delgadas y frágiles en las manos, y en ocasiones gruesas o incluso deformadas en los pies. Hay que tener en cuenta factores como el trauma repetido, el corte inadecuado, y las diversas enfermedades que pueden afectar la salud de las uñas, además del proceso cronológico natural. La disminución del calcio, a pesar de la creencia popular, no influye en la resistencia de las uñas.

Enfermedades importantes de la piel a causa del envejecimiento

Léntigo solar

Los lentigines (término en plural de léntigo) son manchas de color café o negro que aparecen en las áreas crónicamente expuestas al sol, como la cara, las manos y los antebrazos. Por lo general no representan un riesgo para la salud, pero existe la probabilidad de que con el paso de años o incluso décadas una de las lesiones evolucione hacia la malignidad.

Existen varios métodos para eliminarlos, con medicamentos o procedimientos sencillos, pero ante la aparición o cambio reciente de un léntigo es muy importante la valoración por personal especializado, para descartar que se trate de un proceso cancerígeno iniciando.

Queratosis seborreicas:

Existe aun discusión de si estas lesiones son causadas por el sol, debido a que es frecuente encontrarlas también en áreas del cuerpo no expuestas. En términos simples corresponden a placas untuosas y por lo general de color café, de tamaños variables, formadas por acúmulo de células benignas. No representan un riesgo para la salud pero tienen un efecto estético indeseable. Por lo general son fácilmente tratables.

Queratosis actínicas:

Las queratosis actínicas constituyen las lesiones más comunes generadas por el sol. Existe discusión sobre su naturaleza, ya que se generan por mutaciones genéticas similares a las del cáncer de piel, pero usualmente no se comportan como tal. Lo que si se tiene claro es que se trata de lesiones que en un porcentaje considerable evolucionan a una lesión maligna, por lo que reciben la denominación de “pre-malignas”. Esta consideración indica que idealmente todas deben ser tratadas. Se observan como placas irregulares, rosadas, rojas o cafés, de formas y superficies irregulares que aparecen en las áreas que reciben diariamente sol (no solo en la cara). Existen muchas formas de tratarlas, pero siempre deben despertar sospecha, por lo cual es imperativa la consulta con el dermatólogo.

Carcinoma basocelular:

CARCINOMA BASOCELULAR

Es el tumor maligno más frecuente de todos. Usualmente aparece en piel expuesta crónicamente al sol, aunque esta no es una regla absoluta. Puede ser engañoso ya que puede parecerse a otras lesiones benignas. El riesgo de metástasis es muy bajo, pero puede provocar compromiso local muy importante. Actualmente hay técnicas efectivas para su tratamiento, y se considera curable en la mayoría de los casos.

Carcinoma escamocelular:

CARCINOMA ESCAMOCELULAR

Menos frecuente que el anterior, pero mucho más agresivo. Cinco de cada cien personas pueden llegar a presentar metástasis, debido a la detección tardía. Es el tipo de cáncer que se deriva de una queratosis actínica. Tiene gran preferencia por las áreas expuestas crónicamente al sol y puede crecer mucho más rápido que el carcinoma basocelular. En un buen número de casos se trata de un tumor curable.

Melanoma:

melanoma

Muy conocido aunque menos frecuente, corresponde aproximadamente al 5% de los tumores malignos de piel. Su característica principal es el color negro irregular, ya que se compone de las células que generan el pigmento, los melanocitos. Puede llegar a ser altamente agresivo y a diferencia de los otros tumores mencionados, es mortal si no se trata en la etapa inicial. Hay varios tipos de melanoma y no todos se asocian a la exposición solar, por lo que se debe prestar atención a cualquier lesión de color oscuro que aparezca o crezca en la piel. La consulta a un especialista en dermatología debe ser prioritaria.

Otras lesiones:

Otras lesiones benignas o malignas también pueden aparecer en la piel y su crecimiento puede ser lento y discreto. Si una anomalía cutánea es detectada y no resuelve espontáneamente, se debe descartar que se trate de una enfermedad.

Algunas condiciones sistémicas como el lupus eritematoso son exacerbadas por la exposición no controlada al sol y las consecuencias pueden llegar a comprometer la calidad de vida de forma permanente. Debido a la similitud que tienen las lesiones elementales en la piel, es frecuente que sea el dermatólogo el que sospeche e identifique la causa correcta.

Conozca más acerca de las diferentes enfermedades causadas por el sol.

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